
Los depósitos para vino juegan un papel fundamental en todo el proceso de vinificación. Su elección no solo afecta la fermentación, sino también el perfil aromático, la textura y la calidad del producto final. Por eso, su importancia puede compararse con la selección de la variedad de uva o la levadura.
Hoy en día, existen distintos tipos de depósitos para vino, elaborados con materiales tradicionales como la madera o el barro, y otros más modernos como el acero inoxidable o la piedra natural. En este artículo repasamos los más utilizados en bodegas y qué aporta cada uno al proceso.
Cada tipo de vino es único, y parte de esa singularidad proviene del tipo de recipiente en el que fermenta o se conserva. Estos son los depósitos más comunes en la industria vinícola, con sus ventajas, desventajas y principales características.
Uno de los materiales más antiguos en la elaboración de vino. Las ánforas de barro se usaban ya en las civilizaciones griega, romana y egipcia.
Características de los depósitos de barro:
Actualmente se están recuperando tinajas antiguas y fabricando nuevas versiones que mejoran el material sin perder la tradición.
El roble es el tipo de madera más utilizado en depósitos para vino. Aunque es más habitual en barricas, también existen tanques de mayor capacidad.
Ventajas y desafíos de los depósitos de madera:
Hoy existen modelos híbridos que combinan madera con acero o fibra, mejorando su funcionalidad sin renunciar a su aporte sensorial.
Tras el barro y la madera, el hormigón se popularizó durante los siglos XIX y XX, y todavía se utiliza en muchas bodegas.
Características principales:
Piedra natural
Una de las opciones más recientes en el mundo del vino. Aunque menos extendidos, los depósitos de piedra están ganando popularidad.
Ventajas destacadas:
Es el material más utilizado actualmente por su eficiencia, durabilidad y facilidad de limpieza. Se adapta a cualquier fase del proceso: fermentación, almacenamiento y conservación.
Ventajas de los depósitos de acero inoxidable:
Lectura recomendada: Depósitos de acero inoxidable: usos y particularidades.
Las características de los depósitos pueden variar según el material, la forma y las necesidades de cada bodega. Estos factores inciden directamente en su funcionalidad y resultado enológico.
Los depósitos pueden ser portátiles para adaptarse a distintos espacios dentro de la bodega. Además, pueden incluir:
La limpieza y el mantenimiento son claves para evitar la proliferación de microorganismos y garantizar la calidad del vino. Según el material, el esfuerzo y la frecuencia varían.
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